
Mira, el mar está peinándose
y tu no puedes verlo al otro lado
porque si quiera estás en esta isla,
en esta playa,
en este lado mío
fundido en el supuesto abrazo,
porque vivimos al otro lado
de los cabellos de Poseidón,
tan avaricioso
que permite dejar a la pobre humana
sin su preciada perla perdida...
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