Pero mi razón volvió a El amor amordaza amordazarme.
Me dijo, no te mientas a ti misma. No te hagas más daño.
Pero ¿cómo no voy a hacerme nada?
Llevas en mi corazón, matándome lento con tus cadenas ,(los brazos que no existen, tus brazos dóciles entre mi cuello templado) una eternidad tan dolorosamente leve...
No me ates más.
No me hagas esto, corazón, tan pasado, tan lejano, mi ansiado nunca jamás...
Ay...
Qué desastrosa carta de lágrimas su tinta
Sin sonrisa.
Recuerdos dolorosos, dolorosísimos, peores que cualquier suplicio mental.
Porque no quisiste dármelos, ...Llámame muda, pero me callo porque no hay nada que decirte...No puedo hablarte ni tú escucharme, NO EXISTES en esta realidad.
Maldita metafísica, ojalá no inventaras razones para creer que no está aquí el lejano personaje que ¡NUNCA! jamás me pudo rozar, el aire de allí estuvo hasta más cerca...
Es tan triste que el violín más suicida, de cuerdas más desdichadas, parece afortunado junto a estas letras desesperantes.
Los recuerdos vacíos matan.
Las sinmemorias con el amor son una maldita condena.
Me hieres, me vulneras, y yo pago el precio por morirme por dentro, porque vas a seguir aquí dentro, donde dicen que se oculta la metáfora más dulce del corazón...
Y sigo así, sin recolectar los besos que no existen...Ojalá no existieses...
De veras creo que sin ti no me desesperaría en encontrar el arte en cualquier lado. Tú lo concentraste cual obra. La mejor obra del Prado y tú son antónimos. Una no es NADA y la otra es TODO el arte.
Millones de pinceladas no te habrían hecho mejor.
Por qué, maldita sea, todos esos textos no son por mí y todo lo mío es para ti.
Todo.
Eres mejor que todo. Todo es nada al lado tuyo.
Mis letras, mi ansia, mi amor platónico en el que POR TU CULPA creo.
Aléjate.
Aléjate.
Aléjate más cerca.
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