jueves, 21 de enero de 2016

Carta para ella.

Hace un año que pasé por el largo invierno de Tenerife en 2015
Mis pisadas en su nieve hecha de la piel fría
que nunca toqué
El invierno era ella
Pero la muerte se llevó la primavera
si las mentiras no salían de mi ángel

Me rescató un súcubo maldito
 y siempre querré odiarte por ello.



La de las mentiras de verdad...
Eres como un mito...
Me dejaste una flecha clavada en un corazón que duele pero no existe


Me faltaste
Te marchaste
Nunca supe si era verdad o mentira
Quizá es lo de menos,
pero a quien sepa la historia
que sepa que me paralizó cuando pensaba que estaba viva
porque era el veneno de algo que parece un hechizo

Me moría hasta por estar entre tus párpados si eras tú quien me arropaba

quería quitar los cabellos que se te caen por la mañana en tu cama y acercarte
porque sólo es una excusa y quiero enredarme en tu cabeza
en tus piernas
en tus sábanas
en tu alma
pero es mentira



Este es mi recuerdo...
Y esto al menos no se esfumará tan rápido.

Allí donde estés, conseguí amarte en horas.
Nadie lo consiguió hasta que fui Perséfone y miré al infierno
al que me empujó tu falta...

Mi error me condujo a enmendarme por arder y querer ir al cielo
ya no sé dónde estás
pero te amé
te lo juro
te amé con certeza
y siempre lo recordaré.


Allí donde estés, beso la piel que me imaginé como el marfil.
Adiós.
Vuela porque eres un ángel.

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