domingo, 10 de abril de 2011

charla con Eros

El perfume es insípido sólo cuando está hecho por tus endemoniadas venas. Tu sangre que rezuma por las heridas de un recuerdo inalienable de que Te estoy queriendo de hace pocas horas o tal vez días demasiado apresurados. O tal vez no. 
¿Segundos más minutos?
Todo te iguala.
Sumo y resto. Eres tú.
¿Habrá alguna contestación a algun interrogante para que no sea tu dichoso (hermoso es sin duda) nombre? El verbo ser en latín? Sólo eres tú.  ¿Ten piedad en griego? Tú y solo tú eres a lo que amo y siento esta piedad.
¿Quién soy yo?
Sólo de ti mi testatarudez al no querer otra respuesta que no seas tú.
Eres el todo.
Eres el tiempo, la nube, la niebla, los rayos de la lluvia, mis ojos, mis labios.
En mi voz está tu nombre como un rey en su feudo.
Reinando siempre.
Obedeciéndote. No me importa si me dotas de alas de ángel para hacer imposibles.
Lo haré sin que me des nada.
Solo tu amor ya con tus palabras, o rozándome efímeramente, soy amada por ti. Y sólo tú estás para mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario