miércoles, 22 de febrero de 2012

dita sea.

Tengo miedo.
Me acorralan.
Estoy ante dos aceras
yo en la carretera.
No sé si me pasarán por encima,
eso nos ocurre a todos,
pero no sé a lo que amar,
o la que amar.
No puedo censurarme más.
Que se entere el universo que no sé saber amar.
Soy una pasión con extremidades inferiores.
No sé discernir de mi sexuada condición o mi corazón
No sé si en este nuevo mundo,
supuestamente bien fundamentado,
habrá perdón
o tendré disculpa
porque no sé distinguir mi amor llevando décadas en este planeta.
Yo sigo de acera en acera,
pareciendo pasar desapercibida,
cuando llevo tal indecisión de calle en calle...












Dedicado a los indecisos, en cualquier sentido de la palabra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario