...o lo que tenga, que posiblemente son ganas de ti
de esas inmensas que ni por el amanecer de los nuevos días se marchan
siguen ahí como el rastrojo del verano
como los recuerdos no se los lleva ni el mar,
no te lo perdono.
Pero te
mis intenciones
ni mis recuerdos serán suficientes
a ti te debo el corazón de hace mucho tiempo.
No hizo falta escribirlo en un papel (aunque lo hice)
lo determiné con cada uno de los rayos de sol
que pasaban día a día lejos de las mismas aguas
Aún veo esos cielos colmados de nosotros
que nos arropaban...nos arropaban enamoradas las catedrales
el frío del escondite lejano
que ya no es precisa
Yo clamo este amor de dentro a fuera
Me rindo y dejo todo escudo,
me descuido.
Porque si hasta el semidios Aquiles murió de un amoroso flechazo en el talón
en los brazos de la joven Briseida , esclava del amante y amante de su guerrero
Yo puedo ganar una guerra silenciosa:
Ya mataremos esos silencios...¡Ya nos mataremos a besos!
Porque, mi amada utopía,
Tú eres paz en tiempos de guerra
Y vida por cada vez que marchito sin tu vuelta
Cada metáfora mía es una parte de mi para ti.
Cada vez que , en el caso, pasen los días rápidos
es porque el tiempo sabe que no sé esperarte y hace las carreras necesarias..
¡Hasta el viento lo hace por ti
que cada suspiro que se llevan los alíseos
te van a los labios!
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