¿Qué maldito infierno es a veces el mundo? Es decir, el que veo yo, el mundo para mi mente. Mi mundo. Porque el mundo en términos globales ahora mismo sería dicho como una acusación. Y no todo es el Infierno. En verdad no existe después de morir. El tormento es para los vivos, nada más que es una batalla interna en la que te arden hasta las entrañas y parece que no sólo gritas tú, es como un dolor sin instrumento que hace más sonido que cualquier cosa que pueda ser imaginada por la razón...quizás es por eso, que de tanta razón el corazón se queda solo y desolado como un gilipollas. Con sólo un poco de corazón y un poco de razón y no tan desequilibrado, posiblemente sufriríamos menos y haríamos más felices a cualquiera que nos rodee.
Me imagino una estúpida metáfora ahora mismo de un corazón con piernas y una corbata medio desabrochada en un triste bar cutre de carretera, bebiendo como un cosaco. Al lado, en un rincón oscuro, una figura masculina también con un traje, bastante bien vestido y fumando, diciéndole "Estás mejor callado."
Y eso soy a veces. El corazón y la razón, un desgraciado y un imbécil vanidoso que cree que las cosas son sencillas como una vulgar suma.
A veces las cosas son tremendamente sencillas. Y yo las complico como un corazón ebrio de licor para locos.
Pero la mayoría de las veces siento que la gente lo hace todo excesivamente simple. Hay algo llamado dolor, existencia, bienestar y PREVENIR, ¿no? Quizás prevengo demasiado, pero prefiero no sufrir antes y ahorrarme heridas existenciales.
Y, en fin, no todo es malo, creo.
Hay veces que descubres personas, cosas o situaciones que nunca jamás habrías imaginado que estarían en tus recuerdos. Cosas que no entiendes, cosas que son difíciles de explicar, pero tan hermosas de sentir que se convierte en algo tan perfecto que dudas hasta de si tú vales lo suficiente para vivirlo...
Y yo...sólo necesito una cosa.
No quiero perder nada, no quiero más que dejar de dudar de mí, de ti, de todos; quiero vivir como siempre quise; libre, en igualdad de género y pasando mínimamente desapercibida, como cualquier persona [coherente] quisiera. Quiero no sufrir. Quiero desear lo que debo hacer, quiero saber decir SÍ o decir NO, quiero saber deliberar, quiero Y NECESITO aclarar mis pensamientos. Quiero demostrar que valgo para ser viva.
Quiero querer y no querer demasiado. Quiero aprender. Y a ver si le digo que le jodan a la razón, porque aún no han inventado un término medio mental que funcione el 90% del tiempo que ayude a no trabarse cada cinco segundos por cada cosa buena/mala que pasa. Habrá que reconciliar mente y cuerpo, corazón y razón para vivir un poco más...sólo vivirme más.
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