Mamá, me gustan las mujeres-Le dije en uno de mis sueños utópicos.
EXACTO. ¡Utopicos! Una mentira, algo inalcanzable, el miedo te atrapa. Demasiado fuerte.
Me amordaza el miedo a la no aceptación. Soy el personaje reprimido, el personaje callado y traumatizado por experiencias que le hicieron tener la verdad más enquistada que de costumbre.
Saber amar nunca implicó a QUÉ SEXO, ni a qué edad. Quien supo amar alguna vez conoce el arte de la vida, y con ello no te perderás jamás por el camino de la soledad, porque ya sabrás qué es el mayor sentir de la humanidad.
Pero sigo reprimiéndome esta sensación por dentro, porque nunca podré decirlo, nunca tendré valentía suficiente para decir lo que de verdad soy a la persona más allegada a mí: Cuasihomosexual. La homosexual que tiene sus excepciones, sin llegar a ser bisexual. Más de una cosa que de la otra, amo a mi mismo sexo.
Maldita sea la historia, la represión eterna y el engaño...maldita sea porque ahora es a nosotrxs a quien nos cuesta pronunciar palabra sincera alguna sobre nuestra propia sentimentalidad.
domingo, 30 de septiembre de 2012
viernes, 14 de septiembre de 2012
Absolutamente todo mi sentimiento
No quiero aplausos, no los preciso.Ni admiración, ni atención. Sólo preciso de un par de ojos que miran estas letras ardientes, quiero pasión en la lectura…Porque hablar del sentir es como una persona que no conoces de nada, te toma la mano y te dice “yo también estoy cruzando este camino como tantos otros”. Padecer circustancias iguales une.Pero no es eso lo que siento, va mucho más allá del corazón. Va al significado abstracto del mismo, del terror del olvido sentimental del otro al que estamos amando tan secretamente [ya no]. El miedo a la duda, la duda en sí, el camino del auto-dolor.Como el constructor, el arquitecto que mancilla su obra y derriba su propia edificación en un instante. Así es el puto humano. Su autodestructor. Su ego destructor.Y encima, de corazón tempestuoso. No pienso dejar que la tormenta pueda con mis nervios, ni con los de nadie. Hoy la calle está hermosa, está increible. Las luces de la ciudad parecen pequeños tesoros, donde bajo los techos se esconden grandes historias, como en el mío; que estoy escribiendo para unos tantos insinuando que amo, todo lo doy por amor otra vez, porque por fin sé que hay otra persona en el mundo por la que daría todo.Vuelvo a sentir, tengo corazón otra vez.Y voy a amar, me estoy enamorando, y no voy a detenerlo. Esta es mi lucha, y toda la vida es mi gran coliseo. Y no pregunten de donde saqué inspiración, pregúntenselo a él que me hace ver que todo es un motivo para escribirle.
lunes, 3 de septiembre de 2012
a la MIERDA
Ahora mismo tengo una de esas sensaciones que, si no se disipan, quedan como un quiste en el corazón.
Parece como si no quisiera nada más que joderme y desaparecer detrás de un agujero negro. Me duele hasta el alma de tanto negar las respuestas que ya sé.
Es como no querer aceptar la muerte a edad temprana o no, aceptar una enfermedad mortal, una gangrena, solo que los síntomas son sentir un dolor acojonante en el estómago cuyo desencadenante concluye en poner cara de imbécil y ponerse colorada.
Me siento tan vulnerable, oyendo una canción sobre un barco que se hunde como mis palabras de dureza de “no te enamores demasiado, por lo que no conozcas demasiado a alguien”
No mentí. Sólo quise hacerlo. Pero vaya putada.
Y sé que sé lo que siento, porque tengo una peculiar manera de sentir lo que siento.
Las pocas veces que he sentido esto me duele el brazo izquierdo un montón, como cuando te va a dar un infarto. Pero no. No me va a dar ninguno de esos. Lo que me va a dar esque mi corazón se va a parar un momento. Se va a volver loco. Y entonces no habrá vuelta atrás.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)