En realidad esta carta se la escribo a una persona que ayer cambió mi dolorosa y sádica trayectoria de esta historia de
Rechazo.
La llamaré Personita. No quiero que
nadie sepa quien es, he de protegerla. Su identidad y a dicha persona.
Porque sé que haría lo mismo en su lugar.
Esto que a continuación redacto lo escribí después de que pasase todo. Esas 3 horas que
detuvieron el mal.
Hay
dos fragmentos, entonces. Ese, de esa noche; y una segunda parte del día de hoy. Me da igual que me haya levantado hace 1 hora. No saben la cantidad de reflexiones que uno puede maquinar en menos de eso. No son tan buenas. Algunas son desagradables. Pero
y qué, coño es lo que siento ahora.
Carta primera/Primera parte.
Situándose:
Noche del día 22 de Agosto del año 2010. Son las 23: 22 de la noche. Demasiadas ganas de plasmar lo ocurrido. Mamá me dijo que nada más de ordenador.
Esta noche he llegado al
punto máximo del dolor. De la desgracia.
De la ira. Pero eso significaba caer al esperado
FIN DEL DOLOR.
Como en muchas otras situaciones, al alcanzar tal punto de dolor, se ha de disminuir de manera inmediata o si no podríamos perder el juicio la cabeza la razón de ser. Aunque NO fue la única razón de que el dolor se disminuyera.
Ciertos cúmulos de casualidades y cosas increíbles que pasan en intervalos de tiempo demasiado alucinantemente cortos hace que el dolor se vea eclipsado por lo vivido.
Antes de estas 3horas de charla de "extraños métodos de olvidar el dolor" tuve, claro, que pasar por el dolor físico-mental más doloroso de mi crisis.
Un amigo cercano a la persona que me hizo tanto daño me dijo algo terrible sobre la situación. ALGO MÁS. SÍ. Vaya
cínico mi amigo putada.
Ya saben. Lo del dolor
de los cojones <---(no, eso de los SUYOS aunque NO tuvo conmigo ese ser sin corazón) por el rechazo hace encogerse el corazón. Pero cuando abres más la herida con nuevas formas de abrirla, duele el triple.
Me moría del horror. Sentí como la sangre ME HERVÍA.
Me sentí muy ansiosa de hacer daño. Devolver el que me habían hecho. Torturar. No me calmaba.
Le dí puñetazos a la pared y me hice daño en los nudillos NO LEAN ESO.
Otra mentira más. No sólo llevaba más de un día engañada. SEMANAS. Así es. Se me hundía el pecho. El esternón. Todo. Me hervían hasta los huesos. Se me retorcían las entrañas.
Hasta que un pequeño angelito que tengo por amiga, me dijo que me calmase y que no valía la pena estar así. No vale la violencia. Para nada.
Rectifique enseguida gracias a ella. Si no me hubiera parado,
posiblemente me iba a sangrar la mano no hubiera seguido bien la cosa (PD: GRACIAS, querida.<3)
Ahora viene lo que quiero que Personita lea con atención.
Después de mi ápice absurdo de locura, pasó algo con esta personita.
Digamos que a este sujeto supulento me dijo que Yo misma le reslutaba, bueno, más linda de lo normal. Ejem.
Si no lo pilláis,
os jodeis callais pensar un poco, coño. Es muy sencillo. >/////<
Lo siento, pero no quiero que esa persona se averguence demasiado. Lo hago por ella.
Me SACÓ DEL DOLOR CON LO QUE ME DIJO. Hasta solté un ahí va.
Esa persona ya me había gustado antes. Le había besado en un pasado no muy lejano (hará desde marzo)
Me llegó a encandilar bastante, te lo juro.
Y cuando me dijo esas palabrillas de ese modo...Ay. Sonreí. Se me ruborizaron las mejillas muertas de dolor por primera vez en varios largos días. Un poquito. Pero me encantó
Puse la misma carita de un admirado al confesarse el admirador. Fue exactamente la misma risa tonta de Dorian Gray, el admirado; hacia Basil, su admirador (de mi película favorita El Retrato de Dorian Gray). (Desde el vídeo de abajo, desde el minuto 5:29 hasta LA ENCANDILADORA SONRISA en el minuto 6:00)
http://www.youtube.com/watch?v=aPQreHPbBjs&feature=related
Fue muy guay,
especial y eso.
Pero
pensé en mi horrendo pasado. El cercano sobretodo. Acababa de pasar 3 dolorosos días medio muerta. El dolor de una verdad sin nombre.
Demasiado grande para tenerlo. De una persona que amé hasta ponerlo todo en él y que me ha dicho adiós para siempre por...bueno. Eso no lo diré. No será muy bueno.
Por desgracia sentí mucha morbosidad. Quería hundir sus palabras.
Perdóname, personita.
Te quiero después de toda esta
sensación gore. Pero si digo eso es porque realmente sentí como tus palabras
me cosían esa herida.
Pero por desgracia debe actuar el tiempo.
El dolor del pasado y las ganas de volver a sentirme querida en ese ámbito amoroso tal vez me hagan imaginar que comparto ese sentimiento. Y eso ya me ha pasado. He hice este daño que sentí.
Solo es por eso.
No quiero hacerte daño.
Me hiciste volver a sentirme querida, a tener algo especial para dar, de nuevo. AL VOLVER A LEER LAS FRASES DE ESE CHICO, AUN INMINENTES, DEJÉ DE SENTIR DOLOR AL VERLAS DESPUÉS DE ESO QUE ME DIJISTE.
Me daba ya igual.
*Aparte: (Yo lo de borrarle, a ese ex mío, no lo hice por rencor ni hostias ¿vale?, lo hacía para sufrir menos. Que quede claro. Verle me dolía. Hasta en fotos. Su nombre. Todo.)
*fin del aparte.
Personita, quiero que sepas que yo...bueno.
Las agujas del tiempo son putitas. Muy zorronas. Ríete. Sonríe. Anda. Olvida que sea tan dudosa.
Seguro que al decir que son putas no pasan. Mmm. Así que era broma. El tiempo es la cura al problema. A la indecisión, por lo menos mía.
No quiero causar dolor, por que ya he hecho bastante. Y ME HA SIDO DEVUELTO, COMO VES.
Por favor, te pido una cosa. Antes de nada. No hagas esto eterno.
Te adoro, personita pero, ahora no puedo pensar. Hay que aceptar lo que venga. De todos modos siempre estaré aquí. Como sea. I promise.
Siempre querré tu amistad. No lo olvides.
Ahora, un instante, apartemos el tema.
QUIERO DAR GRACIAS.
Porque ahora me tocó aprender. De lo lindo. De las lecciones que yo daba sin saber de dolor y que me están teniendo que dar ahora mis
amigos angelicales amigos y amigas.
He sido una enfermedad enferma creyendo que curaba.
Pero al menos quiero cambiarlo. Purificarme. Ser agua transparente y pura.
Voy a volver a la vida.
Y será nueva.
Personita.
Eh.
Una cosa.
Cuando anoche te nombré para decirle a Mamá que si podrías venir, realmente ella no parecía descartar nada de que pudieras venir aquí. Con...conmigo.
Jamás descartes que todo esto pueda arreglarse pronto.
Te adoro.