Carta a Lolita. Te extraño. Mi dulce inocencia.

Sí.

Eso es.

Lolita. Te necesito... Conmigo de nuevo. Tantísima dulzura e inocencia en un simple vestido.

Tengo tantas ganas de llorar hoy. No paro de pensar en como yo merecí serlo alguna vez, una muñequita linda en un mundo fantástico que yo misma realicé con mis vestiditos, mis sueños, mis pensamientos tan dulces.

Hecho tanto de menos esa cuna. Lolita es una madre. Yo me hice mayor demasiado pronto. Esto NO soy yo.

Hecho tantísimo en falta esos zapatitos dulces, de pasos delicados mas enhiestos, torciditos con esas medias que se ajustaban a mis piernas de niña, andando por un asfalto gris, pensando que son florecillas.

Hecho en falta dormir, y que tenga tal similitud a mi vida de ensueño, que parezca realmente eso. Materia onírica.

Quiero seguir siendo esa niña con un vestido. Un vestido que a la vez era un sueño. Revivir lo antiguo renovándolo. Sentir que lo antiguo perdura en mí. Ser un niño antiguo. Jugar como tal.

 No quiero perderte, Lolita. Eres un cuento de hadas. Un cuento tiernezuelo, de blanca piel y rojas mejillas que corre y corre, y que se deja coger a quienes te aman.

No quiero volver a fallar al Lolita. No es un estilo. No naces siéndolo. Pero TÚ lo eliges.

No quiero volver a llorar por fallar. El lolita está conmigo. Y yo la personificaré cuando SÓLO nosotras queramos. Lolita y yo, juntas.

No quiero parecer tonta. Ni resultarlo. Es verdad. Forma parte de mi y no puedo rechazarlo más.

Perdóname, Lolita. Te he abandonado por tonterías. No dejaba de ser yo. Pero en parte dejé lo que más amaba. Esa esencia hermosa y tierna mía...que hemos de perdurar en el tiempo, haciendo que sea imposible olvidar...

(Modelo: Candy)

Despierta, Lolita.
Soy yo otra vez...Perdóname.
Quiero que vuelvas.