Odio tanto que la brisa me golpee y no sean tus palabras
odio que sea el suspiro del viento,
y no el sonido de tu amor jadeándome al oido.
Odio pensar que he soñado contigo
y que alguien me diga "Seguimos en la tierra",
habiendo podido jurar, hace dos segundos,
que estaba contigo en el Edén.
Tuvieron que despertarme,
y ahora soy Scylla emitiendo oleadas de rabia
porque no es tu voz el viento,
no son las voces tus suspiros.
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