Mientras tú me besas de lejos
yo te doy la espalda
aún más lejos
dos milímetros más lejos.
Y te sientes desdichado.
Estoy a dos milímetros menos.
Pero mañana tal vez sea uno.
Mañana será uno si la brisa que
me envuelve, me diga
"No me des la espalda"
Y allá encuentre tu rostro
girado
sin mirarme
cuitado
porque hay dos milímentros de distancia
entre que me besas con el alma
y yo reniego.
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