Apesar de ello esta reina..., de sus errores, de todo el mal que PUDO causar sin querer...
sigo adorándola.
El rey Luis XVI la amó. Ella, a él. Pero no era exactamente amor. Era aprecio. Un sentimiento curioso que se tiene por un amigo tanto especial, pero sin llegar a ser llevado por cupido.
No dejarme engañar jamás por nada.
Eso me ha enseñado.
La comodidad la engañó y no cuidó de Francia.
Pero jamás
JAMÁS
la culparé de ello...
No hay culpa
Solo hubo una sutil...influencia cómoda.
El palacio de Versailles era demasiado encantador, ella demasiado niña, la sociedad mal avanzada; la revolución inminente.
Pero ella murió por pagar tantas cosas.
Dios se apiadará, espero, de su alma.
No hay culpa
Ni en ella
Ni de ningun ser.
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