domingo, 23 de enero de 2011

Tú eres mi sentencia.

Llueve en esta noche oscura
Me abruman lágrimas
como el mar,
la tristeza y su bravura.
En esta noche,
yo la quiero olvidar...
Lentamente mis pestañas
convierten el mar en cascadas.
Un torrente
de agua sin fin
y todo porque tu recuerdo
de traición
es mi herida
y mi maldita medicina.

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