Me siento como María Antonieta cuando perdió a su general...conde Fersen...malvado y ruin me dejó aquí postrada, me dejó pensando, mortificándome en mis pensamientos filosóficos más crudamente existenciales...
Cómo duelen ahora las notas del clavicordio, de la sonata de Scarlatti melancólica en el momento de su marcha.
Me amó y se fue, como la esperanza. Me abraza y de pronto le ataca la duda.
Muere la esperanza, por un momento demasiado largo muero un poco yo.
Me duele el miedo, me duele esta música. Pero no puedo detererlo, mi cabeza es poderosa, y mi corazón esclavo fiel de ella.
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