Querido Peter:
Hoy es uno de esos días en el que decirte que te quiero es normal. Te quiero, ¡te quiero, Peter!
Pero sinceramente...Quiero pedirte una cosa.
No, más bien preguntarte.
¿Qué haces tú con las mariposas del estómago que no quieres sentir aveces?
Sé que sabes que no puedes matarlas con tu sable.
Pero esque...esque quiero cazar esas mariposas dentro de mí y hacerlas desaparecer...Como tú haces aveces.
Pero no sé. Odio el dolor.
Sólo tú podrías curarme abrazándome. Sólo.
¿Por que la avaricia de los chicos, por qué su inconformismo?...Temgo mucho miedo. ¿Sabes cómo se comportan los niños Perdidos con las niñas? ¿Te piden ayuda cuando les duele la tripita y, sin embargo, te lo dicen sonriendo?
Peter, tengo miedo...No quiero dejarte por amor.
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