jueves, 26 de mayo de 2011

no soy suficiente para tí

¿Sabes por qué estoy tan triste?
Porque no puedo esperarte.
No no, no seas tan educado, ni tan adorable como siempre. Me enamoras con tu dulce voz diciéndome tantas cosas. Normales. Feas. Que me duelen.
Pero las dices tú. Y eso es demasiado, demasiado genial.
No puedo esperarte porque, aunque sea paciente nunca me querrás.
Eres demasiado adorable, lindo, especial, adorable, monoso, precioso, tu risa es tan hermosa que parece el canto de un pájaro oliendo el jazmín de la mañana; eres tan increíblemente perfecto que parece que con que des un paso, la Naturaleza florece desde el ambiente más sórdido detrás de ti.
Pero no puedo esperar.
Nunca estarás entre mis manos.
Ni mis labios sentados sobre los tuyos. Pero me hace tan feliz que nos veamos a solas, que nos demos un  simple abrazo, sólo saber que puedo tocarte uno de tus cabellos me vale; de hecho, hace que esas mariposas que se cierran como flores sin sol de nuevo revoloteen con tu luz...
Pero no queda nada. Lo único que te representa ahora, es el agua sobre las manos.
Huye entre mis dedos. Nada más...

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